jueves, 17 de enero de 2013

La Personalidad

“No lo ascenderemos a jefe de departamento”, afirmó el vicepresidente al analista. “Aunque  usted sabe identificar y resolver problemas de manera estupenda, se ha enemistado con muchas personas de la empresa. Es muy descortés e insensible.” Como se acaba de indicar, casi todos los éxitos y fracasos en los empleos en los que hay contacto con la gente se atribuyen en gran medida a las habilidades interpersonales.

Y los rasgos de personalidad contribuyen de manera importante a las habilidades interpersonales, o relaciones humanas.

La personalidad se refiere a aquellos patrones de conducta duraderos y recurrentes y tienden a expresarse en una amplia variedad de situaciones. Una persona que es insolente e insensible en una situación, probablemente actuará en forma similar en muchas otras situaciones. Su personalidad es lo que lo hace a usted único. Su manera de caminar, de hablar, su aspecto, su conversación y sus valores y conflictos interiores contribuyen todos a conformar su personalidad. ¿Alguna vez se ha percatado de que cuando
conoce bien a alguien puede identificar a dicha persona sólo al escuchar sus pasos? Esto sucede porque mucha gente tiene una manera de andar característica.

Se ilustrará la importancia de la personalidad para las relaciones interpersonales dentro de las organizaciones mediante la descripción de ocho rasgos de la personalidad y tipos psicológicos relacionados con estilos cognitivos. Además, se le ofrecerán directrices para lidiar de manera eficaz con diferentes tipos de personalidad.


OCHO FACTORES Y RASGOS PRINCIPALES DE LA PERSONALIDAD

Muchos psicólogos consideran que la estructura básica de la personalidad humana está representada por cinco amplios factores, conocidos como el Modelo de los Cinco Factores (o los Cinco Grandes): la actitud neurótica, la extraversión (la manera científica de referirse a la extroversión), la franqueza, la afabilidad y la escrupulosidad. Otros tres factores clave de la personalidad —vigilar uno mismo su conducta, asumir riesgos y buscar emociones, y el optimismo—, son tan importantes para las relaciones humanas que también
se consideran aquí.

Los ocho factores tienen un impacto sustancial en las relaciones interpersonales y el desempeño en el trabajo. Las interpretaciones y significados de estos factores ofrecen información valiosa porque le ayudan a identificar áreas importantes para el desarrollo personal. Si bien dichos factores son en parte heredados, casi toda la gente puede mejorarlos diferencias individuales Variaciones en la manera de responder de la gente a la misma situación según sus características personales siempre y cuando realice un esfuerzo consciente durante algún tiempo. Por ejemplo, a una persona suele tomarle un mínimo de tres meses de esfuerzo para que se le perciba como más afable.


1. La actitud neurótica refleja inestabilidad emocional e identifica a la gente proclive a sufrir problemas psicológicos y a enfrentar las dificultades en formas improductivas.Los rasgos asociados con este factor de la personalidad incluyen estar ansioso, ser inseguro, enojarse, sentirse avergonzado, ser emotivo y preocuparse.Una persona poco neurótica, o con buena estabilidad emocional, es tranquila y confiada, y por lo general guarda el control.

2. La extraversión refleja la cantidad o intensidad de las interacciones sociales, la necesidad de estímulo social, la confianza en sí mismo y la competencia. Los rasgos que se asocian a la extraversión incluyen ser sociable, afable, asertivo, conversador y activo. A una persona sociable suele describírsele como extrovertida, en tanto que a las personas introvertidas se les describe como reservadas, tímidas y calladas.

3. La franqueza refleja la búsqueda proactiva de la experiencia por el mero gusto de hacerlo.Los rasgos asociados con la franqueza comprenden ser creativo y culto, tener curiosidad intelectual, una mente abierta y sensibilidad artística. La gente con un bajo grado de este factor de la personalidad es práctica, con escasos intereses.

4. La afabilidad refleja la calidad de la propia orientación interpersonal. Los rasgos asociados con el factor de la afabilidad incluyen ser cortés, flexible, confiado, generoso y cooperador, saber perdonar, ser bondadoso y tolerante. En el otro extremo se encuentra la gente antipática, fría y hostil.

5. La escrupulosidad refleja organización, moderación, persistencia y motivación para alcanzar metas. Los rasgos asociados con la escrupulosidad incluyen trabajar de manera ardua, ser confiable, bien organizado y cabal. La persona con poca escrupulosidad es perezosa, desorganizada y poco confiable.

6. La vigilancia del propio comportamiento se refiere al proceso de observar y controlar la manera como nos perciben los demás. Quienes vigilan muy bien su propio comportamiento son pragmáticos e incluso actores camaleónicos en los grupos sociales. A menudo dicen lo que los demás quieren escuchar. Quienes vigilan poco su propio comportamiento evitan situaciones que les exigen adaptarse a cuestiones externas. De este modo su comportamiento externo se adapta a sus valores internos. La poca vigilancia del propio comportamiento con frecuencia conduce a la inflexibilidad.

7. Asumir riesgos y buscar emociones se refieren a la tendencia de correr riesgos e ir en pos de sensaciones. Las personas que tienen una alta puntuación en estos rasgos de la personalidad buscan sensaciones que representen experiencias  nuevas, intensas y complejas. Están dispuestas a correr riesgos por el simple hecho de tener estas experiencias. La búsqueda de enormes compensaciones y emociones diarias motiva a la gente que tiene una gran necesidad de correr riesgos y buscar emociones.


8. El optimismo se refiere a la tendencia a experimentar estados emocionales positivos y a creer que casi todas las actividades arrojarán resultados positivos. El otro extremo de la escala es el pesimismo, que es una tendencia a experimentar estados emocionales negativos y a creer que casi todas las actividades depararán
resultados negativos. Asimismo, se habla del optimismo versus el pesimismo en términos más técnicos como la afectividad positiva versus la afectividad negativa, y se considera un rasgo muy importante de la personalidad. La tendencia de alguien hacia la afectividad positiva (optimismo) versus la afectividad negativa
(pesimismo) también tiene influencia en la satisfacción en el trabajo. Ser optimista, como puede imaginarse, tiende a mejorar la satisfacción en el trabajo.

Los indicios de la relevancia del Modelo de Cinco Factores (del rasgo uno al cinco de la lista anterior) de la personalidad para entender el comportamiento humano proceden de un estudio intercultural con 7,134 personas. Se observó que la estructura de cinco factores de los estadounidenses también era válida en el caso de alemanes, portugueses,hebreos, chinos, coreanos y japoneses cuando se tradujeron las preguntas de la prueba de personalidad a cada uno de estos idiomas. Con base en este estudio, se concluyó que la estructura de la personalidad es universal, muy similar a la estructura del cerebro o del cuerpo. Al ver los datos una vez más, se descubrió que la extraversión, la afabilidad y la escrupulosidad son importantes factores de la personalidad en la mayoría de las culturas. La actitud neurótica y la franqueza dependen más de la cultura, y son relevantes en especial en Estados Unidos.

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