jueves, 17 de enero de 2013

Ontologia del Lenguaje



1 Bases de la Ontología del Lenguaje
Pocos desafíos podrían rivalizar con el que está inscrito en los muros del templo de Apolo, en Delfos, “Conócete a ti mismo”. …lo mejor que podíamos hacer para vivir una vida mejor era empezar a saber cómo éramos, a conocer nuestro ser.

La ontología del lenguaje es una comprensión radicalmente nueva de los seres humanos, distinta a la filosofía de Descartes, conocida como cartesianismo, la más influyente de los tiempos modernos. Es porque pensamos dice Descartes, que podemos concluir que existimos: “Yo pienso – nos dice – luego existo.” El pensamiento es la base del ser.  La razón es lo que nos hace humanos.

Consideramos que existen tres desarrollos mayores que desafían el programa metafísico.  El primero, y quizás el más importante es la filosofía de Nietzsche quien ha entregado la más fuerte crítica a la comprensión del alma humana y se situó primero fuera del marco metafísico.  El segundo es la fenomenología existencial de Martín Heidegger y su crítica a los supuestos del cartesianismo, según los cuales los seres humanos son primariamente seres racionales.  El tercero corresponde al segundo período de la filosofía de Ludwig Wittgenstein, que nos ha ofrecido una comprensión del lenguaje radicalmente nueva.

En el campo de las ciencias biológicas también han tenido lugar importantes desarrollos.  Hemos visto por ejemplo cómo, a nivel de la biología teórica, se ha postulado que el rasgo básico que distingue a la especie humana de otras, es el lenguaje humano.  Este postulado fue establecido por Ernst Mayr a principios de los años sesenta.  En este dominio cabe destacar la valiosa contribución del biólogo chileno Humberto Maturana.

¿Qué entendemos por ontología?  Para los antiguos griegos, que acuñaron el término ontología, ésta significaba nuestra comprensión general del ser en tanto tal. Cuando decimos de algo que es ontológico, hacemos referencia a nuestra interpretación de las dimensiones constituyentes que todos compartimos en tanto seres humanos y que nos confieren una particular forma de ser.

Primer Postulado básico: Interpretamos a los seres humanos como seres linguísticos.  Es más, sostenemos que la existencia humana reconoce tres dominios primarios, pudiéndose derivar cualquier otro dominio de fenómenos humanos de estos tres: el dominio del cuerpo, el dominio de la emocionalidad y el dominio del lenguaje.
Ello implica que los fenómenos que tienen lugar, por ejemplo, en el dominio emocional (emociones) son coherentes con los que podemos detectar a nivel del cuerpo (posturas) y del lenguaje (lo que se dice o se escucha).  Estas relaciones de coherencia habilitan la posibilidad de efectuar “reconstrucciones” de los fenómenos propios de cada dominio a través de cualquiera de los otros dos.

Segundo Postulado: Interpretamos al lenguaje como generativo. El lenguaje no solo nos permite describir la realidad, el lenguaje crea realidades.  La realidad no siempre precede al lenguaje, éste también precede a la realidad.  El lenguaje es acción…alteramos el curso espontáneo de los acontecimientos: hacemos que cosas ocurran.  Por ejemplo, al proponerle algo a alguien o al decirle “si”, “no” o “basta” a alguien intervenimos en el curso de los acontecimientos.

Tercer Postulado: Interpretamos que los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje y a través de él.

Primer principio:    No sabemos cómo las cosas son.
                                   Sólo sabemos cómo las observamos
                                   O cómo las interpretamos.
                                   Vivimos en mundos interpretativos.

Esta es precisamente una de las premisas centrales de la disciplina que hemos bautizado con el nombre de “coaching ontológico”.  Ella descansa en la capacidad de observar lo que alguien dice con el propósito no solo de conocer aquello de lo cual se habla, sino de conocer (interpretar) el alma (entendida como la forma particular de ser) de quien habla.
La capacidad de transformación del mundo…está asociada al poder de nuestras asociaciones.

Relación entre acción y ser
Hemos planteado que lo que somos, nuestra identidad personal, es una construcción lingüística, una historia que fabricamos sobre nosotros mismos, sobre la dirección de nuestras vidas en el futuro, y sobre nuestro lugar en una comunidad y en el mundo.

Segundo principio:  No solo actuamos de acuerdo a cómo somos, (y lo hacemos),
                                   También somos de acuerdo a cómo actuamos.
                                   La acción genera ser.
                                   Uno deviene de acuerdo a lo que hace.

Comprendemos la importancia de observar las acciones humanas para comprender cómo son los humanos.  Este es uno de los principios básicos del “coaching” ontológico y dentro del cual nos es posible efectuar lo que llamamos una “interpretación ontológica”.  Al observar la forma en que un individuo actúa (y no olvidemos que el lenguaje es acción), el “coaching” ontológico puede interpretar la forma de ser de tal persona.
Nuestras acciones no solo revelan cómo somos, también nos permiten transformarnos, ser diferentes, devenir.  Este es un segundo principio del “coaching” ontológico y nos capacita para realizar lo que llamamos “intervención ontológica”.  Al hacer posible que una persona actúe de un modo determinado (y, nuevamente, no olvidemos que el lenguaje es acción), el “coaching”ontológico le permite moverse en una determinada dirección y dejar atrás sus antiguas formas de ser.

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